miércoles, 17 de febrero de 2010

La nueva década de un mundo envejecido (1era parte)

ROMA, domingo 31 de enero de 2010 (ZENIT.org).

– Las Naciones Unidas acaban de publicar un informe llamando la atención sobre los problemas planteados por el rápido envejecimiento de la población mundial. Poco después del comienzo del nuevo año el Departamento de Asuntos Económicos publicaba su informe “Envejecimiento de la Población Mundial 2009”.

Entre los principales resultados del informe estaban los siguientes puntos:

- El envejecimiento actual no tiene paralelos en la historia. Se espera que, para el año 2045, el número de personas con más de 60 años supere a los de menos de 15. En las regiones más desarrolladas, donde ha avanzado el envejecimiento, esta situación ya se alcanzó en 1998.


- La edad media actual del mundo es de 28 años, con la mitad de la población mundial por encima de esa edad y la otra mitad por debajo. A mitad de siglo la edad media llegará probablemente a los 38 años.

- El envejecimiento está afectado a casi todos los países del mundo, debido a los descensos de fertilidad que se han hecho casi universales.

- El envejecimiento tendrá un fuerte impacto en el desarrollo económico, en el ahorro, la inversión, los mercados laborales y los impuestos.

- Dado que la tasa de fertilidad es poco probable que vuelva a subir hasta los altos niveles del pasado, el envejecimiento es irreversible y las poblaciones jóvenes que hasta hace poco eran algo común es probable que sean algo raro en el siglo XXI.

- A nivel mundial hay actualmente cerca de 9 personas en edad de trabajar que soportan a cada persona anciana. En el 2050 descenderá hasta cuatro, con consecuencias graves para el sistema de pensiones. Además, la actual crisis económica ha traído consigo un grave descenso del valor de los fondos de pensiones.

Más informes

Otros informes recientes de la ONU examinaban más en profundidad los problemas demográficos de cada país. Un estudio del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (UNDP), titulado “Rusia frente a los Desafíos Demográficos”, pronosticaba que la población seguirá reduciéndose, informaba el 4 de octubre Associated Press.
Según el UNDP, la población de Rusia ha bajado 6,6 millones desde 1993, a pesar de la afluencia de millones de inmigrantes. El informe advertía que para el 2025 el país podría perder otros 11 millones de personas.

Las consecuencias de tal reducción serán, según el UNDP, el recorte de la mano de obra, el envejecimiento de la población y menor crecimiento económico. En el 2007 Rusia era el noveno país del mundo en población. Para el 2050, estiman las Naciones Unidas, Rusia ocupará el puesto 15 de la lista, con una población menor que Vietnam. Rusia necesita recortar su alto índice de abortos para ayudar a dar la vuelta a la tendencia del descenso de población, advertía la ministra de sanidad del país, Tatyana Golikova, informaba el 18 de enero Agence France Presse.

Golikova declaró que en el 2008 hubo 1.714.000 nacimientos en Rusia y 1.234.000 abortos.
En su análisis del 20 de enero de las declaraciones de Golikova, el think tank Strarfor observaba que, aunque la ministra anunciaba que en el 2009 se había dado un ligero aumento en la población de Rusia de entre 15.000 a 25.000 habitantes, esto se debe a causas extraordinarias. El aumento se debe, en parte, a los incentivos del gobierno para que los rusos vuelvan a su país desde las antiguas repúblicas soviéticas. Después de varios años de este flujo migratorio el número de rusos que quieren volver al hogar ha disminuido con rapidez.

Otra causa del ligero aumento de población es que el grupo de edad de entre 20 y 29 años suma cerca del 17% de la población y ha demostrado ser bastante fértil. La generación nacida tras esta es, sin embargo, mucho más pequeña.

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