lunes, 25 de enero de 2010

EL CARDENAL RENATO MARTINO SE RETIRA



Esta es una nota de Austin Ruse para C-FAM

(WASHINGTON, DC – C-FAM) Naciones Unidas (UN por sus siglas en ingles) La gente a favor de la vida está saludando al hombre que consideran uno de los grandes héroes desconocidos de los movimientos internacionales a favor de la vida y de la familia. El Cardenal Renato Martino, durante mucho tiempo, el nuncio apostólico en las Naciones Unidas, se retiró después 47 años de haber dado sus servicios a la Santa Sede, en donde la mayor parte del tiempo estuvo en el servicio diplomático.

El Cardenal Martino sirvió como nuncio apostólico en la Naciones Unidas del año 1986 al 2002; período durante el cual los debates sobre el aborto en las Naciones Unidas alcanzaron un gran nivel de separación en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (Cairo, 1994) así como en el Cuarto Congreso Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995).

Antes de la Conferencia del Cairo, el Papa Juan Pablo II dio una serie de pláticas en las que hablaba sobre una amenaza inminente contra la vida y la familia que podría esperarse de esa conferencia. Juan Pablo II convocó a personas sencillas para que fueran al Cairo a ayudar a la Santa Sede y a otras naciones a favor de la vida; una llamada que creó un movimiento a favor de la vida en las Naciones Unidas. Al mismo tiempo, Juan Pablo II inició una alianza altamente potente entre los Estados católicos y musulmanes.

Al inicio en el Cairo y actuando en docenas de grandes y pequeñas conferencias, las personas y las fuerzas a favor de la vida exitosamente bloquearon los intentos de defensores del aborto para lograr un derecho universal sobre el aborto. A ellos también se les bloquearon los intentos de redefinir la familia, el género y muchas cosas más. Mientras que el Papa Juan Pablo II estableció el curso del papel que jugaría la Santa Sede en todos esos debates, se le dio al Cardenal Martino y a su equipo de negociadores la encomienda para que la llevaran a cabo. Algunas veces, el Cardenal Martino y su equipo trabajaron solos durante burlas tenaces internacionales. A los negociadores de la Santa Sede los rodearon y reprendieron y también los intimidaron presidentes de gobiernos en sesiones de negociación.

John Klink, negociador principal durante mucho tiempo de la Santa Sede en las Naciones Unidas, recordó las veces que le pedía el Cardenal Martino cuáles eran sus instrucciones para la siguiente negociación y el Cardenal Martino le contestaba: “Sigue El Evangelio”. Klink continuo diciendo, “Su liderazgo y apoyo llevó a lograr victorias a favor de la vida y de la familia una tras otra en conferencias en las Naciones Unidas. Millones se han beneficiado de Sus Eminentes rechazos para que dejara de hacer lo él que era correcto.”

El Cardenal Martino dejó las Naciones Unidas en el 2002, regresó a Roma, lo hicieron Presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, y lo elevó a Cardenal Juan Pablo II en el 2003. En el consejo, Martino personalmente facilitó la publicación del “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia” (2004), la cual se tradujo a 38 lenguas y se publicó en 56 países. También creó la Fundación San Mateo, la cual apoya proyectos mundiales para reducir la pobreza, educar a los niños así como brindar ayudar a enfermos, a los pobres a los niños minusválidos o con capacidades diferentes.

Nunca se dio por vencido en la lucha contra los niños no nacidos. En el año 2007 el Cardenal Martino pidió con insistencia a los católicos a que dejaran de dar dinero a la Amnistía Internacional (según el Diccionario de la Real Academia Amnistía significa: Olvido legal de delitos, que extingue la responsabilidad de sus autores), debido a su apoyo como un derecho internacional. Él también intervino directamente en los esfuerzos por salvar la vida de Terry Schiavo, una mujer americana que sufría daño cerebral a la cual se le negó comida y agua y la dejaron morir médicos en el año 2005.

Se está preparando una cena de parte de gente a favor de la vida para el Cardenal Martino el 12 de febrero en Roma.

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