martes, 26 de enero de 2010

“La sexualidad humana es una actividad, no una identidad” (1era parte)

Esta es una entrevista al especialista en derecho europeo Grégor Puppinck publicada el 25 de enero por Zenit

ESTRASBURGO, lunes 25 de enero de 2010 (ZENIT.org).- Dos resoluciones se someterán a examen y a votación en el Parlamento Europeo esta semana, explica el especialista en derecho europeo Grégor Puppinck en la siguiente entrevista concedida a ZENIT.

Una de estas resoluciones está dirigida a promover los derechos de los “LGBT” (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), entre ellos el matrimonio, la adopción y la inseminación artificial; la otra, a animar una política de reducción demográfica que incluye el aborto como medio para ello.

Grégor Puppinck es director del European Centre for Law and Justice*, una ONG con base en Estrasburgo especializada en derecho europeo.

Ha participado en los trabajos del “Comité de expertos sobre la discriminación por razón de la orientación sexual y la identidad de género” (DH-LGTB) del Consejo de Europa.

- La atención se ha dirigido a dos textos problemáticos que serán sometidos a examen y a voto durante la próxima sesión de la Asamblea Parlamentaria, esta semana. Diversos diputados y ONG se han manifestado para corregir o contrarrestar estos textos. ¿De qué se trata?

G. Puppinck: Se trata de dos informes parlamentarios elaborados en marco del Consejo de Europa.

Tienen como objetivo, por un lado promover los derechos de los “LBGT” (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), entre ellos el matrimonio, la adopción o la inseminación artificial.

Y por otro, fomentar una política de reducción demográfica, incluso a través, y aquí está lo problemático, del aborto.

Los informes serán debatidos y votados el miércoles 27 y el viernes 29 de enero, respectivamente, en Estrasburgo.

- ¿Qué problemas concretos presenta el informe sobre los derechos de los “LBGT”?

G. Puppinck: El informe de M. Andréas Gross, cuyo título preciso es “Discriminación por razón de la orientación sexual y la identidad de género” es problemático porque no se limita al objetivo respetable de querer proteger a las personas “LBGT” de la violencia y discriminaciones injustificadas.

En realidad, más allá, la resolución tiende a forzar la opinión y las conciencias imponiendo la idea según la cual todo tipo de relaciones (heterosexuales, homosexuales, bisexuales o transexuales) serían equivalentes desde el punto de vista de la naturaleza y la moral.

Como resultado de ello, no se permitiría ninguna distinción moral, política o jurídica, por ejemplo en relación al matrimonio, la adopción o la inseminación artificial.

Y yendo más allá de la legítima protección de las personas “LBGT” contras la violencia psíquica y las discriminaciones injustificadas, esta resolución viola varios derechos fundamentales.

En primer lugar, las libertades de opinión, de expresión y de religión se debilitan, ya que ya no se considerará admisible tener una opinión moral o religiosa sobre la homosexualidad.

Es sencillamente el derecho a no estar de acuerdo el que se retira en beneficio de un pensamiento único, en nombre de “la erradicación de la homofobia y la transfobia”.

La libertad de la Iglesia y de los creyentes está directamente y actualmente amenazada en este ámbito.

Después, el interés de los niños y de las familias también se ve igualmente amenazado. De hecho, la familia y los niños ya no son reconocidos como realidades naturales en sí mismas, sino como deseos subjetivos.

Dado que el adulto LGBT tiene el deseo, esta resolución concluye que existen “derechos” para ellos a casarse, a adoptar niños y a fundar “una familia” como si las realidades naturales no existieran.

En cuanto al interés superior del niño, se hace silencio. Por otra parte, sería conveniente educar a los niños desde la más tierna edad contra los prejuicios.

No hay comentarios: